José Moreno es un hombre nacido y criado en la media montaña. El sevillano de la Puebla de los Infantes lleva viviendo en Daroca 20 años. Sin él, la localidad zaragozana no sería una de las mayores potencias de la escalada deportiva en Aragón. Es el presidente del Club de Montaña Daroca y uno de los hombres más populares de la villa aragonesa. "No sé estar parado y me he criado en el mundo del asociacionismo. La montaña es mi vida junto a mi trabajo y la familia", afirma. "La cabra tira al monte", reconoce este deportista pequeño, inquieto y de mirada luminosa. "De niño hacía excursiones y empecé a hacer escalada en mi juventud. Una vez que llegué a Zaragoza, empecé a conocer el Pirineo".

La Puebla de los Infantes es un pueblo de media montaña situado en la parte alta de la provincia de Sevilla. "No tengo ganas de volver allí. Tiene 4.000 habitantes y su riqueza son los olivos, el cereal, el corcho y tiene algo de ganadería". En Sevilla el calor marca el carácter de su gente. No tiene nada que ver con el aragonés "El carácter andaluz es mucho más alegre. Se vive mucho la calle y en Daroca en invierno a las siete de la tarde hace un frío que pela", explica.

Uno de los grandes problemas de Daroca son sus comunicaciones. La carretera entre Daroca y Zaragoza es muy mejorable. "Está tremenda. Hay muchísimo tráfico y la autovía lleva 20 años de retraso. Está llena de camiones a cualquier hora del día", afirma.

Los recuerdos

El polígono industrial de Daroca está vacío. "Se hizo hace diez años, está muerto de risa y no hay nada. Eso es lo que fija la población". Daroca es una localidad de servicios y una población de paso. "Tenemos un centro penitenciario que tiene muchos funcionarios, aunque la mayoría no viven aquí. También hay un cuartel".

En Daroca se practica el fútbol, el fútbol sala, el kárate y una treintena de niños está involucrado en la escalada. "Estamos pocos y hay poca gente para todo. El deporte está muy al alcance de cualquiera en un pueblo tan pequeñito, pero lo que más se practica es el fútbol", dice.

Daroca tiene fama en la provincia de Zaragoza por su magnífica escuela de escalada deportiva. "El Club de Montaña Daroca tiene una escuela desde hace once años. Se construyó un rocódromo dentro del pabellón en el 2002 y tenemos otro al aire libre. Todos los meses hacemos dos salidas a las escuelas de escalada de Morata, Torralba de los Frailes...". La sede del club se encuentra en el pabellón y está abierta seis horas diarias cinco días a la semana. "Esto no ocurre en ninguna asociación aragonesa. Los deportistas tienen el pabellón a un minuto de su casa. Eso ayuda a que los resultados sean tan llamativos".

Buenos tiempos

El mejor momento del CM Daroca fue hace tres años con la disputa de un Open Internacional de Escalada en Bloque al que acudieron los mejores especialistas. "Fue espectacular. Después hubo un problema económico y no se consiguió cubrir el presupuesto", recuerda.

A Moreno no le gusta demasiado la escalada deportiva en rocódromo. "A mí me va el campo, la naturaleza". La escalada se dice que es una modalidad para hippies. "En la puerta del water te puedes poner como una moto de fuerte. Tienes la ventaja de que no tienes que dormir al raso, comer en el suelo, no te pican los mosquitos...", apunta. Está en la flor de la vida y más fuerte que en sus años mozos. "Escalo más que con 40 años y tengo mejor nivel de escalada. Igual he alcanzado 7a+ y, además, nunca me lesiono", apunta.

En escolares, el CM Daroca es uno de los mejores clubs aragoneses por resultados en los últimos años. "El 2006 ha sido un poco más flojo con un primer puesto con Sergio Agustín en alevín; un segundo alevín con Alfonso García y para de contar".

Daniel Moreno, el hijo de José, es una de la figuras de la escalada deportiva nacional. "Ya ha disputado tres Mundiales sub-20". Daniel estudia INEF en Huesca. Es muy difícil ser profesional de la escalada. "Sólo se puede vivir de esto trabajando de guía o de monitor. Sólo son profesionales estrellas como Josune Bereciartu, Iker Pou o Patxi Usobiaga". Otras promesas del club son Fernando Langa y Sara Agustín. "Y tenemos varios críos de seis años que parecen ardillas", concluye.

Ricardo Martí
www.elperiodicodearagon.com
10 de septiembre de 2006