Mi compañero de escapadas-cordada ha cojido, por así decirlo, la jubilación anticipada. Y las cosas que a mí me gusta hacer en el monte requieren de, al
menos, dos personas que deben estar unidas por una cuerda. No se trata de vías de mucho nivel técnico, pero sí de vías en las que suele ser necesario encordarse y asegurarse en ensamble o con reuniones: corredores y crestas.
Tampoco es que pueda escaparme en muchas ocasiones, porque ya tengo mis añitos (43) y, sobre todo, una familia a la que dedicar mis fines de semana; pero en el caso de poder escaparme, mi primera opción es, siempre, la montaña y, casi siempre, Pirineos.
Este último año he andado jugándome el tipo sólo y he tenido que darme la vuelta en muchos sitios. Así que ha llegado el momento de buscar compañero/a para poder continuar disfrutando de lo que más me gusta. La verdad es que me da mucha pereza porque llevaba muchos años escalando con mi amigo y porque se requiere casi más intimidad con un compañero de cordada que con tu pareja (esto nunca lo ha llegado a comprender mi mujer, pero es así). Pero si quiero meterme en ciertos sitios necesito saber que hay alguien al otro lado de la cuerda.
Mi plan inmediato es aprovechar la temporada de invierno en Picos y Pirineos; porque para el verano estoy dándole vueltas a visitar Alpes (por primera vez).
Si alguien por ahí a quien le cuadre este planteamiento, mandadme un mail a
sergiolozano@euskalerria.org y nos ponemos en contacto para ver qué tal pinta hacemos amarrados a una cuerda y a cierta altura.
Agur,
Sergio
