"Las montañas no son estadios donde satisfacer nuestras ambiciones, sino catedrales donde profesar nuestra religión”- Anatoli Boukreev
Amanece el 14 de Julio, la previsión meteorológica es buena, partimos dirección Valferrera (Lérida) una veintena de personas inquietas, amantes del monte y con ganas de compartir momentos, historias y experiencias.
El Montcalm y la Pica d´Estats constituyen los tresmiles más orientales del Pirineo y es allí donde nos dirigimos, pese a la distancia, a contemplar una de las zonas más espectaculares de la cordillera.
Tras parada técnica de avituallamiento en “Casa Pallas”, donde nos regocijamos con un suculento almuerzo, nos dirigimos hacia el pueblo de Àreu, donde hemos quedado con nuestros amigos franceses del CAF de Pau, a quienes pese a que ese fin de semana juega Francia la final de la copa del mundo de fútbol, les entusiasma más la montaña.
Llegamos casi una hora tarde al encuentro, pero es algo “pactado y esperado”… puntualidad francesa, impuntualidad española. Desde Àreu tomamos una pista que nos lleva durante una hora de coche aproximadamente hasta el aparcamiento de “La Molinassa”, dónde dejamos los vehículos.
Desde aquí, por el GR ascendemos hasta el refugio de “Vallferrera” y continuamos por el barranco de Sotllo, los lagos de Sotllo y de Estats, en dónde nos encontramos con un ejército de sarrios, que expectante vigila nuestros pasos sin importarles lo más mínimo nuestra presencia.
Tras equiparnos para ascender por los neveros que encontramos en el camino, alcanzamos el Port de Sotllo, donde se nos ofrece una de las imágenes espectaculares del fin de semana (nieve, nubes, tranquilidad y montañas) ¿se puede pedir algo más?
A partir de aquí nos espera una pequeña ascensión entre la nieve hasta la cima del Montcalm.
La previsión del tiempo es buena y esperamos que sea una noche tranquila, pero siempre hay que estar alerta por si se forma una tormenta local.
Es difícil dormir toda una noche a 3000 metros ininterrumpidamente, pero he de decir que tienes la ventaja de que cada vez que te despiertas, puedes contemplar el manto de estrellas abundante y claro que ofrece la noche, solamente comparable a las noches estrelladas del desierto.
Despertamos temprano con la primera luz del día, y tras contemplar el amanecer, nos dirigimos a la cercana Pica d’Estats. Otra de las ventajas de dormir en altura es la accesibilidad a todas las cumbres de alrededor.
Tras ascender la Pica d’Estats y el cercano Verdaguer, comenzamos el descenso hacia el valle por el mismo lugar que ascendimos.
Durante el descenso, algunos tomamos un pequeño desvío y tras dejar todo el material, aprovechamos también para ascender el Sotllo, ligeros y a buen ritmo. Es una ascensión entretenida pero con bastante pedrizas y cortos escarpes.
Continuamos descendiendo, desandando nuestros pasos por el valle de Sotllo hasta el refugio de Vallferrera nuevamente, y de aquí al aparcamiento de “La Molinassa”.
Aprovechamos para comer en Àreu y despedirnos de nuestros amigos del CAF de Pau. Sin duda alguna coincidiremos en más ocasiones….La gente entrañable siempre tiene cabida.
Texto y fotos: Luis Lana
Foto nocturna: Raúl Aguilera
Sección Alta Montaña
Club de Montaña Pirineos de Zaragoza
