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Crónica curso 26 y 27 de enero Montañismo Invernal
Dia 22: Tuvimos una clase teórica el martes anterior a la salida en la que se nos habló de aspectos técnicos del fin de semana siguiente, y nos presentan a Primaloft, Gore-tex, waterproof, … (que manía de ponerle nombres raros a la ropa que no cala de toda la vida), también sobre calzado específico de alta montaña y demás.

Llegada al aparcamiento de Piedrafita de Jaca a las 8 am aprox.
Nos acercamos a la pista y empezamos la marcha con raquetas (aunque a algunos nos dieron un cursillo exprés de cómo ponérnoslas porque oíamos raquetas y pensábamos en tenis).
Subimos hasta una ladera donde empezamos las prácticas con raquetas en pendiente (unos recogiendo margaritas y otros de la manica).
Después de las prácticas con raquetas y habiendo parado varias veces a picar la comida de ataque, cambiamos en la misma ladera las raquetas por piolet, para practicar autodetenciones (mil y una maneras de hacer la croqueta). Cuando acabamos con estas prácticas nos ponemos los crampones para volver y habituarnos también un poco a ir con ellos.
Cena en el refugio, ducha y charla sobre nivología y avalanchas/aludes (que resultó ser de sumo interés a nivel teórico porque nos hizo conscientes de muchos conceptos sobre la nieve de los que somos ignorantes, tanto positivos como negativos y hasta peligrosos).
Alguna cervecita entre medias de la charla y a dormir (a pesar de alguno que aun teniendo que madrugar se habría ido de fiesta).
Día 27: Arrancamos a las 7 am con un desayuno estupendo ofrecido por el refugio de Telera (muy amables, por cierto).
Subimos a la misma ladera del día anterior poniéndonos en el principio del recorrido los crampones y realizando la ascensión con ellos, y practicamos, bajo una nevada fina, pero cayendo pareja. Al llegar a la misma ladera practicamos más autodetenciones, algunos ya con crampones (nivel experto y otros todavía gimoteando). Para después, ARVA, sonda, pala en ristre y un FRÍO que pela que nos acompaña todo el domingo, realizamos prácticas de búsqueda y rescate (alguno espichaba seguro, menos mal que eran prácticas), y una pequeña charla insitu sobre las diferentes capas de la nieve en un hoyo cavado por uno de nuestros aguerridos compañeros.
Finalmente nos despedimos de la ladera, que acabó la pobre como carne picada, pero aguantando el envite (gracias montaña por aguantarnos cada día y seguir ahí para nosotros).
Acabamos y a eso de las 4, casi todos enteros y algunos a trocillos bajamos la montaña y llegamos al refugio. Comimos e hicimos un examen (la parte más tensa del curso) y ya empezamos a marchar para casa después de besos, abrazos y hasta prontos.
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