Crónicas Caminar Consciente. Secretos de la estepa

Campo a través, partimos desde El Apartadero. Campo a través no hay porqué mirar atrás. Campo a través, donde la aventura surge al caminar. Atrincherado en una esteparia colina, el aire del norte me susurra secretos insondables al oído mientras, con su mano derecha acaricia mi cara. Inhalo la espartana quietud que destila el austero pero noble paisaje, antaño bullicioso sabinar. La serenidad que emana del reino de lo minúsculo me desarma. Gota a gota, derramo la mirada sobre la línea que se quiebra en el horizonte y me regocijo en ella. Allí me bebo de un trago las extensas llanuras preñadas de lomas, salpicadas de humildes arbustos y amenazantes molinos. Por cierto, al venerable Moncayo, alguien le nevó en las sienes. ¿Quién habrá sido el descarado? Brilla la luz en el verde de la hierba que brota bajo los tamarices y en los laborados valles. Ajusto la retina para desarticular los indescifrables milagros por el terreno desparramados: una lagartija, el nido de una tarántula, una pelota hecha de arañas, minúsculas flores… desde el cielo, un azor acecha a las fochas. Mas ellas, tremulosas, nadan sin decir ni pio en la Balsa Salada, cerca del carrizal… (Venancio Rodríguez Sanz).

Día 30 de marzo, un grupo de seres humanos, disfrutamos de un maravilloso paseo por la estepa aragonesa, concretamente los Montesblancos de Alfajarín.
Cuál fue mi sorpresa que en un secarral tal cual yo lo veía, solo vestido de matojos y azotado por el fuerte viento que allí sopla sin piedad, con una tierra pobre llena de yeso, el cual da nombre a los montes, empezamos a descubrir vida y mucha vida, a nivel pequeño cómo es todo allí, debido a lo extremo del clima. Plantas y muy variadas, algunas muy conocidas como romero, tomillo, esparto…, y otras que nos cuesta más saber sus nombres. Todas ellas ofreciendo lo mejor de sí y unos aromas impresionantes. Nos acompañó también el canto de diversos pájaros que parecía nos hablaban a nuestro paso, aunque el sonido que más nos acompañó, no era tan agradable, las aspas de los molinos dando vueltas con el cierzo, «cosas de la tecnología». Encontramos trincheras y fragmentos de la guerra que también se dio por allí. Una laguna salada, donde aprovechan muchos animales a beber. Muy curioso en mitad de tanto secano. Vimos muchos conejos y algún animalito más. Nuestro guía nos enseñó nidos de insectos y sobretodo apreciar un paisaje que tiene mucho que ver, en el cual hay mucha vida, solo tenemos que aprender y querer verla y cuidarla y agradecer estas visitas que nos enseñan a amar lo nuestro, lo que tenemos que es muy variado y es un privilegio. En definitiva amar la tierra que está viva, y es la que nos sustenta y también nos da la vida. (Carmen Busom).

«Aprende a ver con otra mirada: lo esencial es invisible a los ojos». Antoine de Saint- Exupéry. Gracias por sumergirme en este Caminar Consciente , en el que Alberto, me ha ayudado a mirar con otros ojos, con los ojos del corazón, encontrando la esencia de la vida en las cosas pequeñas, pero a la vez tan valiosas.… Gracias también por enseñarme a caminar. Hasta pronto. (Cristina Gracia Navarro).

Domingo 30 de marzo, mañana tranquila y soleada, con un ligero cierzo muy llevadero, decido embarcarme en una caminata por la estepa de Alfajarín en la actividad «Caminar Consciente». Con cada paso, me iba sumergiendo en el entorno, permitiendo que la serenidad del paisaje me envolviera. Este viaje no era solo físico, sino también una oportunidad para explorar los pequeños detalles escondidos en este páramo, adentrándome además en el conocimiento de mí mismo. Durante los primeros pasos, mi mente permanecía ocupada en los problemas del trabajo, pero poco a poco, mientras caminaba, me di cuenta de la importancia de las pequeñas cosas. El susurro del viento, el aroma, las historias ocurridas en el lugar en el que ahora estaba paseando. Pensaba en esas personas que un día disfrutaron en este maravilloso lugar, pero también en los que sufrieron y combatieron aquí durante la odiosa Guerra Civil. Cada detalle, por pequeño que fuera, contribuía a la belleza del momento. Aprendí que en la vida, son estas pequeñas cosas las que realmente enriquecen nuestra existencia. Un simple saludo, una sonrisa compartida, y una breve conversación sobre la maravilla del entorno. Estas interacciones me recordaron la importancia de nuestras acciones con los demás. Cada gesto, cada palabra, tiene el poder de mejorar la vida de alguien más. La caminata me enseñó sobre la mejora continua. Cada paso que daba, cada observación que hacía me ayudaba a crecer y a entender mejor mi lugar en el mundo. Me di cuenta de que la mejora no es un destino, sino un viaje constante. Es a través de nuestras acciones diarias, por pequeñas que sean, que podemos hacer una diferencia significativa. El oráculo en el laberinto de las sabinas y la experiencia vital que nos contó Alberto me resultaron inspiradoras. Al final de la caminata, me sentí renovado y agradecido. Caminar consciente me permitió conectar con la naturaleza, con los demás y, lo más importante, conmigo mismo. Este viaje me recordó que la vida es una serie de momentos preciosos, y que cada uno de nosotros tiene el poder de hacer que esos momentos sean significativos.(Miguel Ortin)

Ha sido una andada por fuera de las rutas habituales por donde parece que eres la primera persona que ha pasado por ahí. Con la consciencia activada hemos encontrado restos de la guerra civil, nidos de tarántula, y muchas más cosas, todo ello unido a las explicaciones formidables de Alberto y a las meditaciones de un grupo fantástico completamos un día inolvidable. Un placer haberos conocido. (Pablo Albero)

Aprender de lo pequeño tal vez sea de los aprendizajes más difíciles de permitirnos a nosotros mismos. En lo sencillo está la felicidad, en lo pequeño está la magia. Fuera del camino está la verdadera aventura…La estepa de Alfajarín es uno de los sitios excelentes para descubrir todo aquello que no sé ha encontrado todavía, y lo mejor de todo tan a la mano. Un lugar casi desconocido que espero siga arraigado a la actitud de hacer sentir plenitud en las personas. Gracias a la sección de Caminar Consciente por esta experiencia y a nuestro guía que siempre nos sorprende. Un día lleno de plenitud (Aitana de Miguel).

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