Iniciamos el Tour del Aneto el viernes día 12 de Julio del 2013, la duración de esta travesía era de tres días, muchas ilusiones y esfuerzo se habían armonizado con el objetivo de conseguir esta ruta circular, la dureza del terreno de Alta montaña, la cantidad de nieve y heleros existentes y las constantes tormentas presagiaban una travesía con un interés añadido para poner a prueba las habilidades de los participantes y sus fuerzas.

Salimos de Zaragoza con la intención de poder llegar al Valle de Benasque e iniciar el ascenso hasta el Ibón de Cregueña, el grupo de participantes se dividió en dos por cuestiones de horarios, una vez en el puente de Cregueña, el primer grupo liderados por los monitores Víctor Maestro y Pepe Barbany comenzaron el ascenso hacía nuestra primera parada, si bien las nubes de valle ya habían hecho acto de presencia en el cielo, un poco más tarde el segundo grupo comenzó el ascenso si bien la lluvia caía a mares.

En el ascenso a la Pleta de Cregüeña pudimos ver la fuerza y gran cantidad de agua que descendía por las canales, cascadas y arroyos, así mismo el bosque se encontraba totalmente tupido de vegetación.

Protegidos con nuestros impermeables pudimos llegar hasta el Ibón, donde ambos grupos se juntaron. Después de la tormenta siempre viene la calma y así fue, los cielos nos dieron agua y rayos toda la tarde y cuando oscureció todo volvió a la calma, pudiendo montar el campamento próximo al Vivac de Cregüeña. Todo el mundo trabajo en equipo para instalar las tiendas, cena, algún comentario y a dormir ya que el cansancio había mermado nuestras energías y la jornada del día siguiente iba a ser todavía mucho más dura.

Día 13 de Julio, 5:00 h. a.m, hora de activarse y comenzar la jornada montañera, recogimos el campamento y comenzamos a andar, el cielo despejado y se preveía que las tormentas no entrarían hasta bien entrada la tarde, así que todos en marcha y en dirección a la brecha de Cregüeña, nada más adentrarnos en el circo tuvimos que calzarnos los crampones y piolet, los heleros cubrían gran parte de nuestro itinerario y la nieve que se encontraba debajo estaba en gran medida helada,

subida a la brecha intensa y con resaltes de hielo y mixto, una actividad para ir entrando en calor, dado que teníamos el pico Araguells, 3037 mts, al lado de nuestro recorrido, dejamos las mochilas y nos fuimos a por su conquista, hollamos la cima en unos veinticinco minutos y disfrutamos de las vistas y la majestuosidad de los dioses de las montañas, pico Maldito, Maladeta, Abadias, Alba, etc. todo los montañeros que nos encontrábamos allí, sentimos esa sensación de euforia y satisfacción que produce el ascenso a una montaña de estas características.

Continuamos nuestra jornada en dirección hacia el collado de Coronas dejando los Ibones del mismo nombre a nuestra derecha, el ascenso fue progresivo y largo pero la ilusión y las ganas nos mantenían muy motivados. Ahora nos encontrábamos ante nuestro segundo objetivo, hollar la cima del Aneto, 3404 mts, ascendimos por el contrafuerte rocoso que da paso hacia e Glaciar del Aneto, donde tuvimos unas imágenes impresionantes por su amplitud en distancias, color, luz y espacio. Nuestra ruta se unía unos metros más adelante a la ruta normal que sube por el Refugio de la Renclusa, aquí la montaña que habíamos visto cambió totalmente, no por el medió físico si no por la cantidad de personas. En un breve espacio de tiempo nos encontramos en el paso de Mahoma, donde sería necesario poner un semáforo para regular el transito de montañeros, unos suben, otros bajan, todos revueltos, algunos sin ningún tipo de preparación y con la adrenalina a tope, otros enriscándose con las rocas, bueno, bueno, que voy a contar...., lo importante todos contentos, las fotos y todo el mundo sano y salvo, estas cosas también las tiene el alpinismo, que le vamos hacer.

Algunos miembros de nuestro grupo era la primera vez que ponían los pies en la cima del Aneto y fue un momento emocionante para ellos, señalar que los monitores cuando vemos estos momentos y la emoción de de todos a pesar del sudor y esfuerzo, nos sentimos muy felices por haber podido acompañar a los amigos hasta estos lugares.

De vuelta en los ibones de Coronas y ante las tormentas que se iban aproximando, montamos campamento y a descansar, la jornada había sido muy intensa y el itinerario nos había dejado agotados, así que a merendar y a soportar una tormenta con vientos huracanados y si bien sobre las diez de la noche todo había vuelto a la calma, a las once de la noche llegó la segunda tormenta que tuvo una duración de unas dos horas, agua, viento y rayos, aunque casi todos estaban dormidos y paso como un sueño.

Al día siguiente y dado el retraso que llevábamos respecto al itinerario establecido para concluir el Tour del Aneto, optamos por el plan "B", y decidimos cambiar de itinerario para poder regresar a los vehículos antes de que las tormentas nos volvieran a alcanzar, así que cruzamos la brecha de Llosas, con sus correspondientes heleros verticales, caos de piedras y canchales, todos tuvieron que entregarse a fondo ya que la pendiente era muy pronunciada y se encontraban heladas, la concentración debía de ser máxima, momentos en los cuales se necesita lo que se denomina como la visión túnel y objetivo conseguido, el collado de la brecha de Llosas.

A continuación pudimos apreciar las vistas al ibón del mismo nombre, Espalda del Aneto, el pico Tempestades, Margalida, Russell, descendiendo hasta una pequeña pradera en los ibones de Llosas, almuerzo, baño, relax, fotos y unos momentos de relaciones sociales entre todo el grupo.

En este punto abandonamos nuestra travesía del Tour del Aneto, regresando por la pista de Ballibierna hasta Plan de Senarta, las tormentas venían pisándonos los talones, el descenso por este valle fue tranquilo y muy bonito, un poco de calma y el poder disfrutar de la montaña en estos últimos momentos a todos nos agrado.

Respecto al itinerario pendiente, en la mente de todos esta el volver a terminar esta ruta que si bien las condiciones no nos han permitido concluir el circuito, el espíritu de todos esta por la labor, así que volveremos donde sentir nuevas aventuras, ilusiones y sueños por la conquista de de las montañas.

Como siempre dar la gracias especialmente a mis compañeros Víctor y Pepe y extender mi mano a Ernesto, Alvaro, Raquel, Amelia, Lorena, Julio, Eva y Elena por su esfuerzo y entrega en la actividad descrita.

Ha sido un honor el compartir estos días y sudar la camiseta con vosotros, con todo mi afecto.

fdo.: Lorenzo Pueyo Sénder.