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Crónica de BTT en la sierra de Alcubierre

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Comenzamos la actividad saliendo de la localidad de Monegrillo, que se encuentra a unos 45 km de Zaragoza, si vamos por Villamayor.

 

 

 

 

buj_2_1.jpgDespués de ultimar los preparativos de la excursión realizamos unos pocos kilómetros por la carretera de la Almolda hasta coger el barranco de Espartera. Allí empieza el ascenso a la sierra por una pista forestal en muy buen estado.

Poco a poco nos vamos cubriendo de vegetación y la subida se va haciendo cada vez más interesante. Divisamos una pareja de águilas sobrevolando nuestras cabezas y la masa forestal nos da paso a plantas que escapan a las nieblas de la cuenca del Ebro y prefieren zonas más soleadas como son las globularias (Globuria alypum) ,aunque ya algunas han perdido la flor.

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Pasamos por un campo con unos almendros abandonados y pronto vemos el barranco del Bujal, impresionante imagen que nos muestra el trabajo que ha hecho la erosión durante muchos años. Acceder a este barranco es casi imposible si no se entra por el final, ya que hay muchos escarpes a ambos lados en todo el recorrido

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Un poco más tarde llegamos ya al vértice geodésico que da nombre a la cota más alta del término municipal, Torreventosa. Hacemos un alto para comer un poco y disfrutar de las vistas de la cuenca del Ebro al sur y de la Hoya de Huesca al norte. En los días claros, se puede ver toda la sierra de Guara, desde los mallos de Riglos hasta el Cotiella. Al fondo siempre el Pirineo.

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A partir de ahí comenzamos el descenso que nos llevaría hasta el pueblo de nuevo, no sin antes parar en el mirador de la Gabardera. Es un lugar de reciente construcción y que con un panel informativo nos identifica las zonas más relevantes que se pueden observar desde allí.

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Ya el tiempo nos decía que teníamos que danos prisa porque empezaban a caer las primeras gotas de agua; así que continuamos el descenso.

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Poco antes de llegar hicimos un alto para ver una de las joyas vegetales que aún se mantienen con vida. Son un ejemplo de lo que antes eran estos lugares, ahora convertidos en campos de labor. Se trata del Juniperus thurifera, más conocida como sabina albar. Dicen que este ejemplar tiene más de mil años.

 

Esta excursión no hubiera sido lo mismo sin la hospitalidad y el copioso desayuno que nos preparó nuestra compañera de club y a la que tanto mal le dimos.

También agradecer la invitación del vermut de un siempre joven amigo que cumplía años ese día.

Luis San Miguel
Vocal de BTT