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Un 'clásico' del Pirineos

jesusisnNuestro querido socio y amigo Jesus Brau "Jesusín" recibió hace poco la insignia de oro de la FederaciónAragonesa como reconocimiento a su labor por el montañismo y el deporte del esqui de travesia.

El día 18 "El Periodico de Aragón" publicaba una entrevista que os invitamos a leer este enlace o leer acontinuación.

EL PERIODICO DE ARAGON,  R. MARTÍ 18/02/2012

Jesús Brau es santo y seña del esquí de montaña en el club zaragozano Lleva 30 años practicando este deporte y ha recibido la insignia de oro de la Federación Aragonesa.

"Lo que más me encanta del esquí de travesía es foquear subiendo a la cima. Me encanta esa sensación de esfuerzo", confiesa Jesús Brau, el vocal de esquí de montaña de la Federación Aragonesa. Brau es uno de los clásicos del Club de Montaña Pirineos. El zaragozano es santo y seña de la modalidad bandera de la entidad aragonesa. Es conocido por todo el mundo por su pasión por el esquí de montaña y forma parte del núcleo duro de la entidad junto a Julio Benedé y Luis Royo.

De su medio siglo de vida, este carpintero nacido en el barrio de San José, se he volcado sus últimos 30 años a recorrer con sus esquís los paisajes más incomparables del Pirineo aragonés en las competiciones y en las salvajes travesías. La territorial quiso premiar su desvelo y su trabajo por la especialidad premiándole en la pasada Cena del Montañismo Aragonés con la insignia de oro. "Lo agradezco pero no haces las cosas para que te premien. Lo hago y no pido nada a cambio. Me gusta pasar desapercibido. Cuando me pusieron la insignia en la solapa, me acordé de Luis Royo, Santiago Albesa, Fernando Romeo y sobre todo Julio Benedé, que casi me ha sacado a rastras por todo el Pirineo", dice con ironía.

Le gusta tanto la competición como las largas travesías lúdicas por el Pirineo. "Pero la competición hace tiempo que la dejé. Todo tiene su cosa. Puedes ir muy tranquilo, pero en la competición sería capaz de pasar por encima de alguien, aunque me faltaba espíritu competitivo". Su zona de predilección es el valle de Tena. "Me inicié en el Balneario de Panticosa y Sallent. Allí subíamos el Garmo Negro, el Bacias o el Balaitous. Eran nuestra referencia en esa época. Ir a Ordesa o Benasque ya te costaba más sacrificio, estaba más lejos y no todo el mundo tenía coche como ahora", explica.

Sus inicios

Este montañero con aspecto de hippie despistado conoció el deporte en un colegio de monjas de su barrio. "Ellas me dieron clase en párvulos en el Patronato de Montemolín y a los 14 años fui a los campamentos de scouts de San Agustín a Virgen Blanca, Tebarray, Pineta, Sallent de Gállego y Borau". Por fin, a los 20 años conoció el esquí de montaña. "Entonces me dedicaba a escalar y andar por la montaña. Pero ya tenía algo de dinero para comprarme un equipo y pude ir a las pistas para aprender", recuerda.

Pese a que todo el mundo le conoce su vinculación al esquí de montaña, Brau se considera más escalador. "Llevo escalando toda la vida. Hago todo tipo de escalada, trepadas de corte clásico y también deportiva. He estado en Riglos, Montserrat, Ordesa y también en el Mont Blanc", indica.

Mucho ha cambiado el esquí de montaña en los 30 últimos años. "Sobre todo ha disminuido el peso de las tablas, las fijaciones, crampones... Parte de esa culpa la tiene la competición". No todo el mundo puede practicar esta modalidad, muy poco asequible para un bolsillo modesto. "Empezar en el esquí de montaña supone una inversión potente. El precio se dispara. Las botas cuestan 300 euros, al igual que las fijaciones, las tablas 200 y las pieles de foca 100. Por lo menos, la ropa te la puedes traer de casa", afirma.

Brau siempre ha sido un ejemplo de seguridad. "Me he librado de accidentes graves. Se junta todo puesto que a la suerte se une la experiencia. Pero por desgracia, me ha tocado estar en algunos accidentes", dice.

Brau es una de las almas de la Travesía del CM Pirineos, que se celebra mañana y que alcanza este año su trigésima edición. En esta ocasión este pequeño deportista asistirá como parte de la territorial entregando los trofeos a los ganadores. La prueba se disputa como los últimos años por los parajes de Anayet y Espelunciecha. "Se iba a disputar el 5 de febrero, pero se suspendió por las malas condiciones de la nieve. Mañana tendremos la nieve justa y necesaria. Se espera que haga frío, pero mejora el tiempo. El viento estará en calma y subirá la temperatura", dice Brau. La salida será a las ocho y media y se disputará el Campeonato de Aragón individual y el Campeonato de Aragón de clubs.