El pasado 12 de febrero se celebró, entre las localidades de Lamoura y Mouthe, en el Alto Jura francés, una de las pruebas reina del calendario de la Wordloppet,

Estas carreras, de esquí nórdico de larga distancia, se celebran a lo largo del año invernal en 4 de los cinco continentes.

Existen varias en Europa, en los principales países de tradición fondista (en España, no llegamos a esta categoría, entre otras cosas por las distancias –se trata de carreras por encima de los 40 kms.- ). También hay dos carreras en América del Norte, otra en Japón y una última en Australia, que, como es lógico, se disputa en agosto, en los Alpes australianos.

La prueba francesa, que se incluye dentro de las largas carreras wordloppet, es la más larga que se disputa en estilo libre: 76 km. (es decir puedes hacer la prueba patinando o mediante paso clásico, sin embargo el 95% de los esquiadores eligen el estilo patinador, pues es más rápido).

Solo hay otra carrera de mayor distancia, la Vasaloppet en Suecia, sobre una distancia de 90 km. En este caso es obligado el estilo clásico.

El Alto Jura está catalogado como Parque Natural Regional, son montañas suaves, que en ningún caso pasan de los 1500 mts y según pudimos apreciar se trata de un enclave privilegiado, tanto desde el punto de vista paisajístico como para la práctica del esquí nórdico, (no sin razón se conoce a esta zona como la Laponia francesa) y no pasaré por alto lo significativo del mantenimiento y potenciación de las actividades rurales, es decir el auténtico desarrollo sostenible.

Hacia allá salimos el viernes día 10 de febrero: un representante del club Pirineos de Zaragoza (Félix Herranz) y otro de Peña Guara de Huesca (Javi Lopez). Tras meternos 1100 km. en nuestro utilitario, llegamos a este paraíso, y pudimos disfrutar (o ¿sufrir?) del esquí por estas tierras.

Allí nos juntamos con otros miembros aragoneses, provenientes de Jaca, entre los cuales se encontraba, una vez más, el gran Champi Jaén, con quien disputé un cerrado sprint.

La carrera no la ganamos, no. Pero tampoco la perdimos, simplemente la acabamos, entre pinos, subidas bestiales y los allez, allez… de cientos y cientos de personas.

Durísimo perfil, muchos kilómetros y la temperatura de salida de –21,5ºC, nos quedarán como una experiencia imborrable.

Desde aquí os animo a que, entre todos los amantes del esquí de fondo, hagamos por tener las tierras del Jura como destino de posibles travesías blancas.

Félix Herranz.
Fondista.