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Autor Tema: Javier Arruga, premio Desnivel de Literatura  (Leído 3572 veces)

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empujatrenes

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Javier Arruga, premio Desnivel de Literatura
« en: 31 de Octubre de 2012, 03:33:55 pm »

empujatrenes

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Re:Javier Arruga, premio Desnivel de Literatura
« Respuesta #1 en: 07 de Noviembre de 2012, 01:33:48 pm »
En su XIV edición el jurado que falla el premio de literatura de montaña "Desnivel" se lo otorgó a la novela "de la montaña y el amor" de Javier Arruga Oleaga., que entre las muchas expresiones de su polifacético carácter se encuentra la de ser un activo socio del Club de Montaña Pirineos. Enhorabuena Javier!!

Aqui citamos la reseña que del fallo del jurado publicó Desnivel:

Librería Desnivel tienen clarísimo que De la montaña y el amor es el libro que hay que premiar este año. Y eso que los otros tres manuscritos finalistas ‒El país azafrán, Desde el silencio y Lecturas de vivac‒ tenían una altísima calidad y eran muy variados, tanto en contenido como en estilo literario. Pero hay libros que enamoran, que enganchan desde la primera a la última página, que te hacen partícipe de historias extraordinarias pero que a la vez pueden ser tu propia historia, y esto les sucedió a todos los miembros del jurado con De la montaña y el amor de Javier Arruga.

«De los mejores libros de montaña que he leído. Yo nunca me emociono con ninguna peli o libro y con este he llorado a lagrimones». Endika Urtaran.
«Hay historias clavadas, yo he tenido esas conversaciones en un campo base del Himalaya», asegura Ramón Portilla, que leyó el manuscrito en un reciente viaje por Namibia. Dejó la lectura de esta novela para el final porque el título no le convencía, «... pero ahora, habiendo leído el libro, el título me encanta».

Un trekking por Nepal y la ascensión al K2 son los dos relatos entremezclados que forman el esqueleto de la novela ganadora.

En el primero, narrado en primera persona y con la forma de un diario de viaje, un montañero elige la cima de una montaña en Nepal como el lugar en el que optará finalmente por una de las dos alternativas que se le ofrecen: seguir disponiendo de su vida y de su tiempo sin ningún obstáculo, o continuar con su pareja y hacerse cargo de su hijo, que debe nacer al término del viaje.

La otra historia nos cuenta una tensa situación en la que dos cordadas, una vasca y una aragonesa, deben decidir si continuar su ascensión a la cima del K2 o auxiliar a un compañero accidentado.

«Entretenido, delicadamente escrito, políticamente incorrecto, te hace reír y llorar. Un libro de montaña y viaje, viaje físico y vital». Pati Blasco.
Dos historias que cuentan una misma historia, de pasión, de elección, de vida y muerte.

«Un relato formado por dos relatos bien diferentes, aunque a cual más ameno y de excelente escritura. Mantiene el interés de principio a fin, con un hiperrealismo que mezcla, con toda naturalidad, el lenguaje más rico con el más coloquial, y removiendo los sentimientos y pensamientos más profundos del lector». Estas fueron las primeras impresiones de Endika Urtaran al terminar de leer De la montaña y el amor. También le sorprendieron mucho los diálogos, «… qué conversaciones más realistas, me recordaba a las que tengo con mis amigos», asegura el ganador de la pasada edición.

Tras la unánime decisión llamamos al ganador Javier Arruga Oleaga (Perdiguera, Zaragoza, 1970), antropólogo y profesor de lengua y literatura. Se emociona y asegura que llevaba toda la vida esperando esta llamada.

Se había presentado al premio en varias ocasiones y ahora es el ganador. Lo que nos anima a agradeceros a todos los que os presentáis vuestra participación, vuestra escritura, y animaros a que sigáis haciéndolo, quien sabe un día suena el teléfono y es tu manuscrito el que ha emocionado al jurado.

Javier asegura que hay mucho de real y mucha ficción en su novela y que «tras leer bastante literatura de montaña y reflexionar en torno a ella, mi ambición era construir una novela en la que primaran los sentimientos sobre la testosterona o la proeza física, y en ese sentido creo que De la montaña y el amor acierta a trasladar la montaña a otra atmósfera de lectura más amplia emocionalmente, aunque es una novela de montaña y para montañeros».

«Diferente a todo lo que he leído hasta ahora, y de montaña he leído mucho. Que hoy en día algo te sorprenda es estimulante». Ramón Portilla.
Habrá que esperar a noviembre para tener el libro en nuestras manos. De momento esta pequeña sinopsis.

Sinopsis

De la montaña y el amor es un libro de pasiones, en unos casos fosilizadas, en otros expuestas a nuevas circunstancias.

En la novela se entrecruzan dos historias y dos modos de narrar. En la primera, narrada en primera persona y con la forma de un diario de viaje, un montañero elige la cima de una montaña en Nepal como el lugar en el que optará finalmente por una de las dos alternativas que se le ofrecen: seguir disponiendo de su vida y de su tiempo sin ningún obstáculo o continuar con su pareja y hacerse cargo de su hijo, que debe nacer al término del viaje.

En esta historia, las observaciones del personaje principal y las conversaciones que mantiene con su guía y otros personajes, nos muestran un Nepal en el que los habitantes de las zonas de montaña continúan llevando unas vidas extraordinariamente duras, dureza agravada por la guerra civil. Esta historia da también ocasión para observar Katmandú como una ciudad crisol en la que conviven las religiones budista e hinduista con lo que queda de su pasado como paraíso hippy.

La otra historia nos cuenta una tensa situación en la que dos cordadas, una vasca y una aragonesa, deben decidir si continuar su ascensión a la cima del K2 o auxiliar a un compañero accidentado.

Los partes meteorológicos de radio Karakórum sirven de hilo conductor entre la realidad del campo base y la extraña existencia que se vive en los campos de altura del K2. Allí arriba, la atmósfera es tan fina que las fantásticas historias que se cuentan son infinitamente más creíbles de lo que en realidad sucede. La presencia de la muerte es, en esas circunstancias, el espejo que muestra quiénes son cada uno de ellos realmente.

Abajo, en el campo base, la vida demuestra una vez más que por más alto que subamos y más bajo que descendamos nunca vamos más allá de nosotros mismos.