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15 días 15 escaladas
Cronica de una emocionante actividad de escalada relatada por Luis Royo
Estas vacaciones de verano comenzaron sin un plan fijo pero con mucha ilusión y ganas.
De la Sarra nos subimos al abrigo André Micheau a dormir y al día siguiente escalamos el Balaitus por la arista noroccidental y la Aguja Lamate.
Continuamos en la siguiente jornada con “el espolón elegante”, al Balaitus también.
La idea era seguir escalando en esta zona pero el mal tiempo con tormentas nos obligo a bajarnos al valle, para no perder la costumbre realizamos la escalada del diedro de Hoz.
Las predicciones no eran buenas y en esos primeros días de julio el frío era intenso así que bajamos a Riglos a escalar las dos ultimas vías abiertas en el mallo Colorado.
Con el frío persistente en la alta montaña cambiamos el prepirineo aragones por el leridano y escalamos en los tres días siguientes la Vidal-Farreny en Terrades y la Tánger, Cosmos y Pallars en el congosto de Collegats.
Con la mejoría de la meteorología fuimos a Sant Maurici y subinos por la canal central al pequeño y gran Encantats. Al día siguiente escalamos la Aguja de Amitges por la Giró. Al descender nos cogío una gran tormenta y decidimos quedarnos en el refugio. Al levantarnos con buen tiempo improvisamos una escalada al pico inferior del Portarro, el triedro, curiosa y entretenida escalada. El tiempo volvió a ser incierto y viajamos a Andorra, con un cielo encapotado realizamos la ferrata de alta montaña del Bony d´Envalira.
La jornada siguiente escalamos el espolón del Ribús en el circo de Pesson, la vía de escalada con más clavos del Pirineo. Al día siguiente y en el lado francés escalamos el pico de la Valleta. De aquí y agotando los dos últimos días que nos quedaban, aunque escaladas en proyecto había cientos, nos fuimos al Dent d´Orlu en el Arriege. Allí escalamos en la cara este la Supersé y la flor de Rodho.
El tiempo se había terminado y había que volver, Julio se marchaba a Picos.
Volvimos con más nuevos proyectos que escaladas realizadas; a pesar de que fuerón más de 150 largos de cuerda entre el cuarto grado y el seis a.
El verano tuvo otras escaladas (norte de Vignemal, Perramó, Salenques,….) pero esos son otras historias.
Luis Royo ( el que parecía que solo esquiaba)
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