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Tour de las 3 Sorores, agosto2014
Otro año más nuestro club realiza una actividad de varios días por el Pirineo. En esta ocasión, las ascensiones a distintas cimas y el itinerario eran muy exigentes pero como en otras ocasiones la actitud de los participantes minoriza esta dureza fortaleciendo el espíritu de lucha y deseo de conquistar nuevas cimas.
El tour de este año, se ha caracterizado por un itinerario de una gran belleza alpina, donde se combinan una gran cantidad de paisajes de nuestro pirineo, zonas kársticas y de antiguos glaciares, bosques, crestas rocosas y macizos emblemáticos.
Este año la travesía tenía una duración de cuatro días, tres ascensiones obligadas coincidiendo con las Tres Sorores y algunas otras en el mismo itinerario.
En relación a las previsiones meteorológicas, no eran muy halagüeñas pero una vez informados todos los miembros del equipo y expuesto el asunto, se decidió por consenso afrontar nuestro destino entre sol y nubes, nieblas y rayos.
Como guías y responsables de la actividad, Pepe Barbany y Lorenzo Pueyo.
Iniciamos la actividad el día 7 de agosto, jueves. Como punto de partida Bujaruelo, con las mochilas a la espalda, iniciamos nuestra primera jornada hasta el Ref. ERZ, en el barranco Lapazosa, donde a la mañana siguiente comenzaríamos el ascenso a la alta montaña. La pernocta en el refugio fue agradable salvo por la visita de un topillo que en algún momento compartió alimentos y cama con los allí presentes, pero es algo que a todos nos agradó y que asumimos cuando visitamos las cabañas y refugios abiertos en montaña. Destacar que en relación a las previsiones de tormentas, aquella noche fue tranquila y salvo una leve cortina de agua a tempranas horas de la madrugada, todo fue tranquilo y agradable.
El viernes día 8 de agosto, nos dirigimos al Pto. de Bujaruelo y desde allí al Ref. Sarradets, itinerario muy agradable y tranquilo. Destacar la gran cantidad de agua que fluía por todas las partes y las dimensiones de los heleros en comparativa a otras temporadas. Llegada al refugio de Sarradets, punto de almuerzo y un pequeño descanso. Aquí pudimos ver un helicóptero en pleno trabajo de rescate, al parecer se encontraba una persona accidentada en la terraza próxima a la Brecha de Rolando, la cual había sufrido una caída en el helero de la vertiente francesa.
En estos momentos la meteorología era muy inestable y una vez que cruzamos la brecha, la visibilidad se volvió casi nula en el lado español pero el grupo continuó la travesía gracias al GPS. En el famoso Paso de los Sarrios nos encontramos a un grupo de personas que tenían alguna dificultad para atravesarlo, así que manos a la obra y tanto Pepe como el que suscribe, apoyaron a estas personas para que cruzaran este tramo sin problemas y así también agilizábamos nuestro itinerario.
Nuestro primer tres mil fue El Casco, al que ascendimos por la ruta normal aunque los heleros eran una placa de hielo un tanto peligrosa y obligaban a una total atención en cada paso. La niebla persistía y nos obligaba a navegar con el GPS, ya que a pesar de haber estado en varias ocasiones teníamos dificultades para seguir el itinerario correcto. A pesar de las inclemencias hicimos cima y regresamos de vuelta al depósito donde habíamos dejado las mochilas. El itinerario continuó por neveros y un corredor llevándonos hasta la Torre. Un pequeño corredor de nieve dura, una chimenea de poca altura y unas viras laterales nos pusieron en la cima de esta montaña. Un lugar donde poder apreciar todo el Circo de Gavarnie. La niebla, eterna acompañante del grupo, nos arrebató este placer y nos otorgó otro tipo de sensaciones.
De nuevo en marcha pasamos por debajo de los picos de la Cascada, Espalda de Marboré, del propio Marboré y dado que el tiempo nos limitaba y las tormentas de verano hacían acto de presencia a mitad de tarde, marcamos nuestro último objetivo de la jornada al Cilindro de Marboré. La aproximación fue dura ya que las horas de ruta pesaban, ascendimos por la vía normal hasta el collado y una vez en la cresta, la tormenta se desencadenó, el viento racheado con una fuerza de más de 100 km/h., un granizo como pelotas de pin-pon, unos cambios de luz entre el día y la noche y una bajada de temperaturas extrema, nos puso a prueba a todos los allí presentes. La naturaleza nos ofrecía una de sus manifestaciones más adversas y nosotros allí contemplando un espectáculo impresionante, cortinas de agua que se elevan hacia el cielo retando a las leyes de la gravedad, bolas de granizo que una vez en el suelo, despegaban como un tornado para volver hasta las nubes y disparar de nuevo contra nosotros, el viento que nos obligaba a darle la espalda a pesar de intentar mostrarle nuestra mirada,… Ciertamente una situación muy dura pero por otro lado maravillosa, bueno dejaré de estar por las nubes y vuelvo al relato de lo acontecido… Debido a estas adversidades tomamos la decisión de bajar al collado y descender hasta el Lago Helado, donde íbamos a montar las tiendas y a pernoctar. El descenso de la canal fue un poco lento pero instalamos una cuerda para descolgar a todos los miembros del equipo y evitar un riesgo añadido, si bien ante las adversidades, la situación no dejó de ser impresionante. Una vez en el collado, pudimos ver a Pepe y Elena, haciendo señales con los frontales para indicarnos que se encontraban en ese punto, ellos habían decidido adelantarse al Lago Helado para montar parte del campamento.
El descenso hasta el lugar de acampada lo realizamos por el espolón rocoso, si bien los fenómenos meteorológicos eran impresionantes y estremecedores, una vez reunidos todos los integrantes del grupo, se decidió descender hasta el Ref. de Góriz, visto que la tormenta no aminoraba y ante la dificultad de montar las tiendas bajo esas circunstancias. Durante el largo descenso, la lluvia continuó azotando laderas y montañas, los truenos y relámpagos iluminaban todo nuestro recorrido, el sendero cada vez se volvía más complicado, la noche y las adversidades nos ocultaban entre nieblas y estruendos, el agua, las piedras rodaban a la vez que nosotros en algún tramo, pero en ningún momento tuvimos temor, estábamos en medio de la naturaleza disfrutando y sufriendo una de sus caras más hermosas y terribles de nuestras amadas montañas.
Finalmente divisamos las luces del refugio de Góriz. Una luz de faro salvadora que nos guió hasta el refugio y una cara hermosa de una mujer al otro lado se preocupó por nuestra situación y necesidades, como si de un guardián de la noche se tratara. Una vez que nos facilitó todo lo necesario para reponernos de nuestras 17 h. de travesía, se retiró a sus aposentos permitiendo que nosotros abandonáramos nuestros cuerpos azotados hasta la mañana siguiente en las tiendas de campaña.
Al día siguiente la meteorología tenía las mismas previsiones, así que una vez reunidos y tomando el desayuno, pasamos al plan «B»: renunciamos a volver a subir hasta el Lago Helado y comenzamos nuestro descenso por el Valle de Ordesa, lo que nos permitió relajarnos y disfrutar de un día de montaña y un paisaje maravilloso.
Por último y para terminar la travesía, los pocos miembros que quedaron, nos trasladamos a los ibones de Bious-Artigues y lagos d’Ayous en el pirineo francés, donde disfrutamos de la cara más hermosa de la montaña.
Bueno y eso es todo por este año en la «Lorenzada», quedando a la espera de vuestra asistencia, en nuevos retos y adversidades.
Lorenzo Pueyo
Pepe Barbany…………….
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