CRÓNICA: ASCENSIÓN AL PICO BALAITÚS 3144ms

Actividad llevada a cabo los días 28 y 29 de junio de 2025 como actividad promocional del club Pirineos.

Historia del Balaitús

Ascendido por primera vez en 1825 por los técnicos geodésicos, franceses (qué raro) Peytier y Hossard, y además por error, ya que pensaban que habían ascendido al Palas, además encontraron evidencias de que alguien ya había pasado antes que ellos, pero claro, como la documentaron ellos, se la apuntaron.

La via que ascenderemos, la Gran Diagonal fue recorrida por primera vez, en Agosto de 1881, bajando de la cima, por Paul Labrouche y Jean Marie Sarrete.

Ubicación

La cima está ubicada en Francia (mola salir al extranjero), compartiendo solar con el Valle de Tena. Para los mas puristas de la cartografía : 42º50´19´´N  0º17´24´´O. Indicar que con sus 3.144 ms ( de roca granítica)  ocuparía el puesto cincuenta y ocho de los tres miles*, además de ser el más occidental, con Frondiellas.

Al turrón :

Esta salida había generado gran expectación entre los socios, haciendo que las inscripciones se agotaran en cuestión de minutos (ni el Bad Bunny), una vez cerrada la lista definitiva de participantes se nos convocó el jueves anterior a la salida, en el club, donde en la sala de reuniones los monitores, nos dieron la charla, sobre la cima, la vía, además de aportar consejos varios, ahí nos encontramos compañeros de otras batallas así como, nuevos participantes.

Como la actividad se  dividió en dos jornadas, quedamos el sábado al medio día en el Hotel Norte  (los que salíamos de Zaragoza), se organizaron vehículos, y rumbo al N, nos apuntamos un Monrepós mas a nuestras espaldas, en la bajada observamos, que desde Collarada hasta la Patarcua,  la nieve abundante de fechas anteriores, en las últimas semanas ha retrocedido o desaparecido. Parada en el Hotel Puertolas de Escuer, a devorar un generoso bocadillo, no demorándonos mucho ya que aun quedaba jornada. Ahora ya si, entramos en el valle de Tena, y tu percepción del paisaje ha cambiad, estamos en la montaña, las líneas son accidentadas, las crestas, las paredes, las cimas que divisamos nos empiezan a poner en faena, de lo que nos espera y también de otras experiencias vividas.

Logramos aparcar en La Sarra, todo un éxito dada la concurrencia. Grupo completo, mochilas cargadas y , entramos en  la hora de la verdad, las tres de la tarde y la ola de calor hacen que incluso a aquí, la temperatura sea alta. Cruzamos el puente sobre el rio Aguas Limpias, incorporándonos al GR 11, afortunadamente este tramo pasa por varios hayedos agradeciendo su sombra.  Abandonamos el GR en el desvio de los ibones de Arriel (no el del pico) y en un breve tramo, nos vemos inmersos en la solana del barranco de Arrieles, y ahi acaban las tertulias, las risas, la subida se hace exigente, nos detenemos en sombras ínfimas, donde nos agrupamos para hidratarnos, cada uno sacamos nuestro momento de fuerza para superar este tramo,  superamos la cascada de Arriel,  llegando a la Presa de Arriel, y al Ibon de Arriel Bajo, donde se nos abre un valle espectacular con el Pico Palas al fondo.  Aquí la temperatura ya se ha suavizado bastante,  buscaremos un sitio para ubicarnos o mas bien distribuirnos para el vivac porque juntitos en plan cuchipandi no cabemos. Así que cada uno se irá montando su chiringuito, tienda, turp, colchoneta, y mientras la luz se va extinguiendo, se ultiman detalles para el dia siguiente, pensando que toca madrugar. Decir que se hizo el silencio, sería faltar al verdad, ya que el rio bajaba furo, con un ruido atronador, amortiguando cualquier ronquido.

Mientras nos instalamos llegaron Cristina, Esteban, Jesús y Yago,  quienes nos acompañarían el día siguiente, bajaban de la Cresta de Frondiellas, está claro que en el Olimpo de las montañas, están los dioses, los semi dioses ,y cerrando estamos los mortales.

El anochecer fue un momento único, ver transformarse el azul del cielo en diferentes tonos, con las cimas, el contraste de la roca con la nieve, hacia que me negara a querer dormir, tantas horas en una habitación, con una pantalla, no podía perderme algo tan natural, pero caí, además profundo, aunque el espectáculo fue despertarme en la oscuridad, mirar el cielo y ver infinidad de estrellas, así como la Vía Láctea, no quería dormirme. Me dormí de nuevo.

Vibró el reloj en mi muñeca, empieza la actividad, desayuno, vestirse, revisar mochila, buscar agua fresca, esconder lo innecesario bajo una roca, todo con la luz del frontal, para acabar reuniéndonos todo el grupo e iniciar la marcha.

Seguimos el camino que remonta los Ibones, hasta el último, el Ibón Chelau, fascinante ver sus aguas azul turquesa, iremos ganando altura hasta la cueva André Michaud y a partir de ahora pocas bromas, la pared toma verticalidad, nos encontramos algún paso serio, mas por el patio reinante que la dificultad técnica, la roca está muy descompuesta, provocando nosotros mismos caídas involuntarias de piedras, podemos sortear los últimos neveros que quedan ya en la zona final, evitando sacar piolet y crampones. La vía apenas tiene mojones o balizas, teniendo los monitores que emplearse para buscar el camino más optimo.

Sobre las 10:45 coronábamos la cima, sonrisas , choques de mano, abrazos, un día magnifico, con vistas inmejorables, para admirar otras cimas, las conquistadas, las admiradas, las que nos faltan. Una vez superado este estado místico, fotos y sobre todo la de grupo con la bandera del club, reponemos fuerzas, nos hidratamos, cremas protectoras y nos veremos inmersos en el descenso, que no fue sencillo ya que la percepción hacia el abismo en algún punto, es diferente al ascenso, son los momentos que te mantienen vivo, alerta, incluso, el grito de algún compañero ¡Piedra! que te pone las puntas como escarpias.

Llegamos al Ibon Chelau, donde hicimos un alto, para reagruparnos y tomar fuerzas para el último tramo que aun quedaba. En poco tiempo alcanzamos, la zona de vivac donde recogimos rápidamente nuestros enseres, recompusimos mochilas y de nuevo a descender, a paso vivo, el barranco de Arriel ya se ve de otra manera, incluso con solana, y aún asi agradecemos llegar al cruce del rio y ya entrar en la sombra de los pinos y hayedos. Nos incorporamos al GR y ¿ ya está todo hecho? Pues no, hay una chorizada elegante hasta la Sarra, en el que ya no valen contemplaciones, paso vivo, esto se acaba,  hay que rematar, nos olvidamos de la sed, de las rodillas y apretamos el paso. Llegaremos mas tarde del horario previsto, aunque a fin de cuentas ha sido una gran jornada, hollando la cima de un tres mil nada sencillo, sin incidencias y todo el grupo hizo cima. En el parquin, ya abrazos, risas, soltamos…. Y como drogadictos que somos ya se oyó la pregunta ¿la siguiente Troumousse, no?

Bibiliografía

La Conquista del Pirineo de Marcos Feliu – Sua Edizioak

Pirineos Guía de los 3.000 ms, de Luis Alejos – Sua Edizioak

Komando Kroketa

Texto: Luis Vallés Benedicto

Fotos: Sección Alta Montaña Club Pirineos

7 de Julio de 2025

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.