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Travesia de verano en el Pallars
Desde el Vértice de Mont-Roig continuamos al noreste hacia el pico de Mont Roig (2864mts) por el filo de la cresta, aérea pero ancha, hasta alcanzar dos jorobas muy características perfectamente visibles desde el Estany Mijá de la Gallina. Aquí la cresta se afila aunque nunca resulta comprometida, no obstante, para alcanzar las brechas entre ambas jorobas es necesario destrepar.
Las previsiones de mal tiempo se cumplen. La borrasca prevista para el fin de semana se retrasa al lunes pero llega. Ya durante la noche han caído las primeras gotas ( un corto chaparrón) y al levantarnos el cielo está muy cubierto y amenaza lluvia.
Mientras desayunamos el grupo pierde consistencia, algunos, dada la inestabilidad del tiempo y sobre todo la escasa visibilidad (la niebla cubre todas las cimas y está muy baja) prefieren descender a los coches y no completar la travesía. Otros, mas ambiciosos, quieren continuar con la travesía ascendiendo al pico Ventolau.
Finalmente, cuando el campamento ha sido desmontado se consuma la escisión.
Pasa poco tiempo desde la separación cuando comienza a llover copiosamente. Los que descienden continúan sin parar; los que ascienden paran varias veces para ver si el tiempo mejora pero, finalmente, deciden regresar por el mismo sitio. El descenso se hace largo y complicado, la lluvia ha mojado las rocas que están muy resbaladizas, los torrentes llevan más agua y ha cambiado el aspecto del paisaje.
Reunidos todos en los coches decidimos volver al camping de las Bordes de Graus y pasar allí la noche. Conocedores de que existe un refugio miramos de pasar la noche en él ya que todo el suelo del camping está mojado y resulta muy incómodo plantar las tiendas. Conseguimos plaza en el refugio, en principio, para una noche.
Por la tarde, para matar el tiempo, bajamos a Tavascan a ver el pueblo y tomar unas cervezas. Alrededor de la mesa volvemos a definir el plan para el día siguiente. Estaba previsto que después de la travesía por el val de Tavascan haríamos otra travesía (de dos días,con noche en altura) que partiendo de las Bordes de Graus nos llevaría hasta el Pico Certascan por Noarre y el Estany Blau para bajar por el Estany de Certascan y la Noguera de LLadorre hasta la presa de Montalto (dónde previamente habríamos dejado algunos coches para poder regresar de nuevo al camping).
El problema estribaba en el tiempo meteorológico. Si continuaba lloviendo la acampada en el Estany Blau no iba a resultar cómoda y la travesía, con todo el material mojado, tampoco. Finalmente se decidió que si hacia malo se abandonaría la idea de la travesía de dos días y nos quedaríamos en el camping esperando mejor tiempo.
El día sale muy encapotado. El puerto de Tavascan está cubierto por un espeso manto de nubes. El ambiente es húmedo y amenaza continuamente lluvia. Finalmente se abandona la idea de la travesía del Pico Certascan.
Por la tarde se baja a LLavorsí a ver el pueblo y hacer algunas compras. Por la noche volvemos a retomar el plan de ascensión al Certascán. Existen dos posibilidades: la de subir y bajar por el mismo sitio (Noarre) o hacer la travesía inicial en un solo día con un equipo más ligero. Esta alternativa tiene el inconveniente de la combinación de coches, que deben subirse por una pista de la que se desconoce su estado hasta la presa de Montalto. En principio a nadie le gusta la idea de meter su coche por esa pista.
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