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Estudio psicológico y psicopatológico en expediciones
INTRODUCCIÓN
En los escasos estudios que se han realizado hasta la fecha sobre los diversos aspectos psicológicos y psicopatológicos del montañismo (personalidad y psicopatología, motivación para la práctica del montañismo, abordaje psicológico del montañero para mejorar su nivel, etc.) se presentan resultados muy dispares acerca de estas facetas; por otro lado, gran parte de ellos se habían realizado hace ya bastantes años y/o en medios ajenos al nuestro, por lo que probablemente no sean extrapolables a nuestro momento y medio social.
El pasado 16 de Enero, presenté en la Universidad de Zaragoza una tesis doctoral, cuyo título es el de este artículo, que se iniciaba hace 3 años contando con el consejo y apoyo del profesor José Ramón Morandeira, como muchos conoceréis, una de las máximas autoridades en materia de Medicina de Montaña.
Debo de agradecer profundamente, la desinteresada participación en el estudio de los montañeros -en especial de los 15 que pertenecen a nuestro club- que "sufrieron" los rigores de la investigación sometiéndose a una batería "interminable" de encuestas y tests psicométricos.
OBJETIVOS
Con respecto a una muestra de montañeros aragoneses que habían realizado expediciones de gran altitud, sujeto del estudio, me planteé los siguientes objetivos de investigación:
Describir sus principales características sociodemográficas (edad, sexo, geográficas, culturales, laborales, económicas).
Realizar un estudio de la personalidad de los montañeros, aproximándonos a la identificación de posibles rasgos de personalidad asociados a la práctica del montañismo y más concretamente del expedicionario de gran altitud.
Investigar la presencia y el tipo de psicopatología en el grupo de montañeros para averiguar si su nivel de salud mental es mejor o peor que el de la población general.
Realizar una aproximación a diversos aspectos de relevancia psicológica en el montañismo, tales como significación, importancia y repercusión del montañismo -y de la realización de expediciones- en sus vidas, tipo de actividad montañera preferida, influencia del montañismo en sus relaciones con los demás, percepción de los riesgos que conlleva su práctica, etc.
Diseñé un cuestionario sobre motivación para la práctica del montañismo, a fin de investigar las causas o razones que condicionan dicha práctica.
MATERIAL Y MÉTODO
La muestra de investigación estaba constituida por 41 montañeros aragoneses que habían realizado expediciones de gran altitud y que presentaban un alto nivel montañero general. Para obtener resultados estadísticamente significativos utilicé un "grupo control" de 40 sujetos no montañeros de similares características sociodemográficas a las de la muestra, con el fin de asegurar la rigurosidad científica del estudio. Como instrumentos de evaluación se utilizó una encuesta personal (constituida por más de 140 preguntas sobre aspectos sociodemográficos, psicopatológicos, deportivos y montañeros: curriculares, vivenciales y motivacionales) y 2 tests psicométricos de reconocida eficacia y validez: el test factorial de personalidad 16 PF-5 de Cattell (185 ítems) y el test de psicopatología MMPI de Hathaway y McKinley (566 ítems).
RESULTADOS
Es difícil realizar una selección entre los resultados de un trabajo en el que se analizaron casi 1.000 ítems en los montañeros; intentaremos presentar algunos de los más significativos de los mismos: la reflexión sobre estos datos os la dejo a vosotros.
Con respecto a los datos sociodemográficos, la media de edad de los montañeros fue de 37,2 años. De ellos, 37 eran varones y 4 mujeres. Sólo la tercera parte tenían hijos. Un 70% residían en medio urbano. El 80% tenían pareja estable actualmente. Sus profesiones eran muy diversas (22 tipos). Sólo el 12% estaban en paro. La tercera parte cursaban estudios. El 54% tenían estudios superiores. Su nivel económico era "medio" en la mayoría (59%). Sus actividades de ocio eran muy diversas, pero la principal era el montañismo.
En cuanto a sus antecedentes psiquiátricos, ninguno refirió estar en tratamiento psiquiátrico. Un tercio eran fumadores. El consumo de alcohol era muy diverso entre los sujetos: en el 27% era diario y en el 39% ocasional. El 39% eran consumidores ocasionales de cannabis y un 10% lo hacía de forma frecuente. El consumo del resto de sustancias psicoactivas era escaso. El porcentaje de montañeros con antecedentes psiquiátricos familiares fue notablemente menor que el de los controles (25% versus 55%). Los valores vitales que consideraron como más importantes fueron la familia (24% de los casos), la salud (22%) y la montaña (12%).
Con respecto a su práctica general deportiva, realizaban una media de 2,8 deportes por persona; tras el montañismo los más frecuentes eran el ciclismo y el esquí. El deporte que más les gustaba practicar era, por supuesto, el montañismo. La media de lesiones deportivas era de 3 por persona, siendo la más frecuente el esguince. Un 57% tenían ingresos económicos derivados de la práctica del deporte y en un 48% su trabajo tenía relación con el deporte.
En la encuesta sobre práctica del montañismo, refirieron una media de 20 años de práctica regular del mismo. Dicha práctica actual era frecuente en las dos terceras partes y muy frecuente en el otro tercio de los casos. El número medio de días de práctica al mes era de 7,1. El 66% entrenaban habitualmente. Sólo un 12% hacían montañismo en solitario. Todos estaban federados por la FEDME/FAM. Un 51% habían trabajado como guías de montaña y la mayoría tenían titulaciones relacionadas con el montañismo. La actividad montañera que practican con más frecuencia, al mayor nivel y con mayor satisfacción era mayoritariamente el alpinismo. De su buen "currículum" hablan el que la media de "tresmiles" realizados era de 107 y que la media de altitud máxima alcanzada era de 7.000 m. Sin embargo son en general escaladores mediocres salvo excepciones. La media de expediciones realizadas fue de 3,8 y el número medio de días en expedición de 162.
En la encuesta sobre aspectos vivenciales del montañismo cabe destacar que la cordillera preferida para practicarlo es el Pirineo en casi dos tercios de los sujetos. Refirieron que la importancia del montañismo en su vida era "Bastante" o "Mucha" en todos los casos. Un 80% respondieron que la práctica del montañismo había cambiado en algo su forma de ser o personalidad (todos dijeron que " a mejor"). La mitad estarían dispuestos a perder un trabajo por una actividad montañera muy importante. La mayoría consideran más importante el tipo de actividad realizada que ascender a la cima. Casi todos prefieren practicar el montañismo en grupo a en solitario. Sus relaciones con los compañeros de cordada eran referidas como buenas en casi todos los casos y la cualidad que más valoraban en estos era la amistad, por encima de las cualidades físicas y técnicas. El 70% de sus parejas también hacen montaña y a la mayoría les gustaría que sus hijos también. En general, existe un alto grado de conciencia y asunción de los riesgos que corren. El 70% preferiría morir en la montaña a de cualquier otra forma. La tercera parte han apreciado algún cambio en su funcionamiento mental después de alguna expedición, y a casi todos les gustaría realizar más expediciones.
Tras el análisis del cuestionario sobre motivación para la práctica del montañismo, los motivos más importantes resultaron ser factores en relación con la naturaleza y recreativos, y los menos importantes, los sociales y económicos. No obstante, existiría una amplia multicausalidad en el montañismo.
Según el test de personalidad 16 PF-5, el grupo de montañeros estudiado presenta un perfil de personalidad medio, no patológico, con ciertas mayores tendencias que la población general a la suspicacia, el pensamiento concreto, sensibilidad, abstracción, privacidad, aprensión, apertura al cambio, autosuficiencia, tensión y ansiedad.
Según el test de psicopatología MMPI, la muestra de montañeros presentaría un mejor nivel de salud mental que la población general, con menores niveles de hipocondría y depresión.
CONCLUSIONES
A continuación, presentaré resumidamente las principales conclusiones de la investigación; como veréis, en muchas se contradice el pensamiento que "la gente en general" tiene de los montañeros expedicionarios:
Los montañeros expedicionarios de gran altitud estudiados presentaban un perfil sociodemográfico medio y una adaptación adecuada a su medio social.
El montañismo es, en general, un aspecto de gran relevancia y significación en la vida del montañero, obteniendo una vivencia altamente gratificante con su práctica.
Los motivos más importantes para practicar montañismo de nuestra muestra aún existiendo una amplia multicausalidad- fueron: "Estar en contacto con la naturaleza", "Divertirse", "Ver bellos paisajes", "Viajar y conocer otros lugares" y "Sentirse libre".
Del análisis de los tests psicométricos y la anamnesis psicopatológica se desprende que los montañeros del estudio presentaban un perfil medio de personalidad (con cierta tendencia a la autosuficiencia e introversión) y un mejor nivel de salud mental que la población general, si bien una ligera mayor tendencia al consumo de sustancias psicoactivas que los sujetos del grupo control.
Los montañeros presentaban mayor tendencia a la suspicacia y al pensamiento concreto que el grupo control.
Los montañeros se caracterizaban por una notable menor tendencia que el grupo control a la hipocondriasis (es decir, tenían una mejor vivencia de su corporalidad y menos quejas físicas), así como por mayores equilibrio emocional y madurez psicológica.
Los montañeros no presentaban rasgos disociales (psicopáticos) en su perfil medio de personalidad, contradiciendo este resultado la creencia popular general a este nivel.
En resumen, los perfiles sociodemográfico, de personalidad y psicopatológico de los montañeros estudiados se aproximan más a los poblacionales y deportivos generales que los de montañeros expedicionarios de épocas pasadas, y no se corresponden con la idea estereotipada que se tiene en nuestro medio social acerca de este tipo de montañeros.
BIBLIOGRAFÍA
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