Un año más, con ganas de monte, nos vamos para arriba con todo el equipo y con una previsión del tiempo que, desgra ciadamente, esta vez no va a fallar. Llegamos a Benás y emprendemos la marcha hasta Ballibierna, nubes, y por la noche lluvia en cantidades industriales. A

Era el mes de julio e invierno en el Hemisferio Sur. En Zaragoza un tórrido calor angustiaba haciéndome sentir con más fuerza la necesidad de marchar. Sería otra vez Argentina el país elegido; recuerdos de mi visita anterior me empujaban a volver. Grandes monta&nt