Dicha Jornada Técnica fue impulsada desde la FEDME y la FEEC y contó con la ayuda económica y de organización del Organismo Autónomo Parques Nacionales y la Diputación de Barcelona.

En la jornada de la mañana del día 7, la exposición del Director de la EEAM Xosé Manuel Pérez, probó con claridad que es posible una escalada limpia. Borja Heredia, del Ministerio de Medio Ambiente, vinculó la escalada a determinadas actividades científicas que se vienen realizando con especies protegidas y que exigen la intervención de buenos escaladores. Cristina Sánchez, delegada de la SEO/BirdLife en Cataluña, con una visión generalista y bajo el título hizo un análisis de los diferentes grados de las amenazas que pesan sobre las aves, apreciándose que la escalada puede afectar a la cría de rapaces, pero también hay otros abundantes factores que repercuten, derivados de la presión urbanizadora, la transformación de las masas forestales o los productos químicos relacionados con la agricultura. Joan Real, de la Universidad de Barcelona con su exposición desgranó las amenazas a que se ven sometidas, entrando en profundidad sobre determinadas especies, en especial el Aguila Perdicera, cuya reducción en un 20% en los últimos 10 años, está siendo causa justificada en la regulación de la escalada en numerosos espacios naturales, argumentando la peculiaridades de esta especie más sensible a las actividades situadas por encima del nido que por debajo.

La jornada de la tarde, el responsable del área de Naturaleza y Accesos de la FEDME, Jose Mª Nasarre, hizo un recorrido de la normativa que viene regulando la escalada en los espacios naturales protegidos de las diferentes comunidades autónomas, en los que la tendencia progresiva sería a reconocer zonas prohibidas, zonas sometidas a autorizacón y zonas libres. A continuación se dio paso a contar las experiencias de por federativos o gestores de espacios que habían participado en los procesos de diálogo, donde se constató que la voluntad de diálogo y el sentido común son dos buenos aliados para conciliar actividad deportiva y conservación de la naturaleza.

La jornada del domingo 8 estuvo dedicada prioritariamente a actividades diferentes de la escalada. Xavier Abaurrea, de la Diputación de Barcelona, trató sobre los equipamientos deportivos en el medio natural y Joseph Canals sobre las ordenanzas que van a regular el Parque Natural del Montseny. Xavier Parellada, de la Generalitat de Catalunya, trató el tema , e hizo referencia a las causas que habían sustentado las regulaciones de la escalada en Cataluña, vinculadas a la nidificación de rapaces. Mercé Aniz, directora del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, hizo un análisis de la zonificación del parque así como una comparativa de la regulación del año 1993 con la vigente e inevitablemente por parte de los asistentes se volvió a entrar en el debate sobre el vivaqueo donde se puso de manifiesto la actual discrepancia entre el tratamiento que se le da en este parque y en otros parques nacionales. La última intervención corrió a cargo del Coordinador del Consejo Asesor Científico de la Montañas de la FEDME, Carlos Ferris, que detalló la situación actual del montañismo desde diferentes ámbitos, añadiendo el análisis sobre la problemática que estamos padeciendo con las actividades de vehículos a motor.

La tendencia en la regulación de espacios naturales protegidos, así como de las zonas ZEPA (Zonas Especial Protección para las Aves), IBA (Important Bird Area in Europe), etc. exige solventar problemas complejos, casi nido a nido en el caso de las especies más protegidas. Queda claro que la única vía de solución pasa por una regulación basada en unos estudios científicos rigurosos de los que se haga partícipe al colectivo montañero. Los gestores medioambientales deben tener presente que los montañeros son sensibles a la problemática medioambiental, impulsores en muchos casos en su conservación, pero la falta de información crea a veces malestar en el seno del colectivo, agravándose en algunos casos cuando se compara con la permisividad ante otras actividades. Los escaladores deben conocer los problemas que plantean a ciertas especies, especialmente aquellas que abandonan el nido ante la presencia humana y dejan de alimentar a los pollos o de incubar los huevos. Para llevar a cabo regulaciones lógicas cada vez se hacen más necesario buscar foros de encuentro donde los actores implicados deben contrastar sus posturas. La Jornada Técnica sobre escalada y actividades deportivas en espacios naturales protegidos ha sido un espacio interesante de diálogo.

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